jueves, 8 de octubre de 2009

La dulce envenenadora

Lección del día, hijo. No está bien hablar mal del prójimo.
Dicho lo cual, se entiende que yo, a mi edad, puedo hacer lo que me dé la real gana. Porque las críticas se enquistan y en mi caso, si me muerdo la lengua me marcho al otro barrio.
Así que te cuento. Directa al grano.


No me ha gustado el libro, hijo. Para que te voy a decir que sí, si es que no.
Resulta que al final era todo demasiado descafeinado.
Un sobrino-nieto malvado que quiere matar a su tía-abuela para quedarse con la herencia.
Pues anda que no se ven casos así todos los días en España directo.
El sobrino-nieto y sus amigos maleantes podrían haber aprendido unas cuantas cosas sobre acoso a la tercera edad de mis nietas. Y la coronela Ravaska (así se llamaba la protagonista), pues la señora Linnea Ravaska… iba de víctima por la vida. “Me suicidaré, me suicidaré…” Cielos santo, que poca sangre en las venas. Será porque era finlandesa. Yo en su situación me hubiera olvidado de los venenos y habría escogido una escopeta.
Lo único que me gustó fue el final, cuando la anciana estira la pata (de vieja) y termina junto a su sobrino y sus secuaces en el Infierno, protegida por el bueno de Lucifer.
Ups, te he destripado la historia. Bueno, tampoco tenía tanto misterio ¿no? Era vieja. ¿Acaso te pensabas que iba a vivir eternamente?
Y para rematar el asunto, ojo a la siguiente reflexión en la cabeza perturbada del sobrino-nieto:

“…no debían olvidar que, al fin y al cabo, la condena por asesinato era la misma, con independencia de la edad de la víctima. Lo cual era del todo injusto. Habría sido más equitativo ajustar la pena por homicidio en función de la esperanza de vida de la víctima. Vamos, que si uno se cargaba a un bebé que hubiese podido vivir, por ejemplo, setenta años más, sería razonable una condena de diez años de cárcel, si no más. Pero si, por el contrario, uno se cargaba a un viejo carcamal, debería bastar con una multa, ya que la pérdida tampoco era tan significativa.”

¿Qué puedo decir? Estos escritores de pacotilla siempre dando ideas a la gente. En fin.

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