lunes, 30 de noviembre de 2009

Vestida para la Muerte

No tengo nada que ponerme.
Lo he comprobado, hijo. Llevo cuatro días abriendo armarios, vaciando cajones, rebuscando bajo las camas y entre los kilos y kilos de basura que he ido acumulando a lo largo de los años en la buhardilla de mi casa.
Resultado:
Prendas que ponerme: 0 – Huesos doloridos: todos.
Me he probado faldas largas y faldas cortas, camisas de verano y camisas de invierno, pantalones y bermudas, abrigos de lana, de piel de vaca y de piel de conejo. Me he puesto zapatos de tacón, zapatillas de estar por casa, chancletas y hasta deportivas. He encontrado trajes apolillados de los años 40, 50, 60, 70, 80 y 90. He descubierto que mi traje de novia ha encogido una barbaridad con el paso de los años y que, a mi edad, no luzco muy hermosa llevando una camisa con chorreras, unos pantalones con pata de elefante y unos zapatos de plataforma.
En definitiva:
QUE-NO-TENGO-NADA-QUE-PONERME.
A ver, entiéndeme, no es que ahora mismo vaya desnuda por la casa con el frío que hace. Tengo ropa, claro que sí, ropa que me cabe y ropa que, ejem, me está un pelín justa. La cuestión es que no tengo nada que ponerme…
…para cuando me muera.
Sí, hijo, sí. Estoy eligiendo mi mortaja.
No te preocupes, no me voy a morir. Estoy más sana que una lechuga y ya sabes eso que dicen sobre la mala hierba. Lo que pasa es que me he dado cuenta de que si no elijo yo la ropa con la que quiero que me entierren, lo harán mis nietas.
¡Y no pienso presentarme en el otro barrio ataviada con un vestido rosa de muselina lleno de lazos y volantes!
Que las conozco, y seguro que ya están maquinando su última venganza.
De todas formas, esperaré a las rebajas de enero para ir de compras, porque no está la cosa como para derrochar el dinero.
¿Sabes lo único que no me falta, hijo? La ropa interior. Porque ya me lo dijo mi madre (que en paz descanse):
“Hagas lo que hagas, ponte bragas”.
Y hace tiempo que tengo unas reservadas para la ocasión.

17 comentarios:

- Bella - dijo...

¡Dios! me ha encantado el relato ;) la parte final es increíble ^^

Un muá!

Liki dijo...

Sí, sí, no está la cosa para derrochar, pero no te preocupes, esas cosas vienen solas, no planees la ropa con la que morirás jajajaja.
Saludos ^^

Unknown dijo...

Caray, sí que es usted previsora... escoja uno rojo, que se fastidien sus nietas, y al verla no puedan llorar.

Dara dijo...

Yo ropa normal no sé, pero las bragas las llevaré rojas. ¡Queda dicho!


un
ronroneo
para
usted

Anabel dijo...

Unas buenas bragas son muy necesarias... nunca se sabe quien va a estar esperando al otro lado!!
Besitos!

Diane Ross dijo...

Jaja, Doña María, si quiere una día usted y yo nos vamos de compras ¿qué le parece?
Y sí, también a comprar bragas ^^

Saludos de colores =)

Víctor dijo...

Es usted la mejor, sin duda jaaajajaaajajajaja no me esperaba para nada lo de "no tengo nada que ponerme... para cuando me muera"!

en fin, doña María, hay personas que da igual cómo vayan vestidas en el funeral... Ya sabe usted lo que dicen:

Genio y figura hasta la sepultura!

ANA dijo...

doña maría:

la adopto inmediatamente para mi blog...

me encanta!!!!!!!!!

Vanille Galaxy dijo...

Pero que sean bragas bonitas ¿eh?

Beso!

Ana Iturgaiz dijo...

Pues no sé porqué me da que cuando usted se muera no habrá nadie que compruebe si va "correctamente" vestida.

L dijo...

Hagas lo que hagas, ponte bragas!
¡Qué grande!
Me vuelvo incondicional de su blog, nunca viene mal tener una abuela bloggera!

Un saludo

Laura dijo...

Qué suerte haberme topado con este Blog... y sobre todo, encontrar a una mujer con tan ácido y excelente sentido del humor. Creo que me voy a pasar por aquí a menudo; con solo una entrada ya has conseguido engancharme.

¡Un saludo! Yo propondría ir directamente con las bragas. Fuera mortaja. Braga como seña de identidad (y si puede ser, de esas de encaje negro con liga. Sexy y elegante) ¿Qué sería más original y poético que eso?

José dijo...

"Hagas lo que hagas, ponte bragas". Mmmmm, me quedo pensando en mi caso qué es lo que rimará con "calzoncillos"... Mientras pienso la rima, te agradezco mucho tu blog. Me ha dado que pensar sobre una cuestión: en qué consiste envejecer. Te invito a ver la respuesta en esta dirección: http://filolaberintobach.blogspot.com/2009/12/en-que-consiste-envejecer.html

Gracias de nuevo por tu blog.

Ángeles Ibirika dijo...

Saber envejecer es un arte que usted, Doña María, domina a la perfección.
Las nietas suelen pedir que las abuelas envejezcan en silencio, sin dar demasiada guerra, y respirando solo para dar la paga.
Me encanta que usted tenga fuerzas, ganas y acidez suficiente como para "adelantarles" hasta en la elección de su mortaja.
Besos y besos, doña.

Kiwi dijo...

Mmm...
Pues espero que te compres algo bien alegre para pasearte por el otro barrio, nada de trajes formales y eso, ya sabes. Algo que sea tú :D

Y cuando te mueras no sé quién te va a odiar con tanto amor, pero yo hecharé de menos ese toque de humor que le das a la vejez.

Saludos de kiwi dulce!

pd: yo que tú me compraba un juego de lencería francesa... nunca se sabe...

Camaleona dijo...

¿Qué tienen las madres con las bragas? la mía también estaba siempre con eso... me hacía pensar que tenía un trauma, pero vaya, parece que es una frase hecha...

Víctor dijo...

Actualice, doña María, no nos haga sufrir!