martes, 1 de septiembre de 2009

¡Mentid, mentid, malditos!

Hay una lección en esta vida que debes aprender cuanto antes, hijo.
Nunca digas la verdad.
¿Simple? Pues ya te digo yo que no.
Es la típica cosa que todo el mundo sabe pero que todo el mundo olvida en el momento menos apropiado.
Repite conmigo (y cópialo en un tu cuaderno cien veces):
Nunca diré la verdad.
Nunca diré la verdad.
Nunca diré la verdad.
¿Lo has memorizado? Hagamos una prueba.
Si tu novia la tetona (porque estamos en la fase de novios ya ¿no?) se compra un sostén dos tallas pequeño que hace que sus enormes “pechugas” rebosen por todos lados, y te pregunta si con él parece un putón verbenero… ¿qué contestas?
¿Cómo?
¿Eh?
¡Más alto que soy vieja y no tengo la trompetilla a mano!
...
...
¡No por Dios, hijo, no! ¡No puedes decirle que parece la versión mormona de Pamela Anderson! ¡¿Vas a dejar que salga así a la calle?! ¿Quieres quedarte sin novia? Porque te aseguro que algún espabilado te la levantará seguro. ¿No te enseñé ya lo de las tetas y las carretas? (Rediós, hijo, no eres muy listo)
La respuesta correcta es:
“No, no pareces un putón verbenero, tetona mía, pero recuerdo que mi ex novia tenía un sostén igualito y a ella la confundían con una pelandusca de veinte euros.”
¿Ves la diferencia?
Dices algo que no es cierto (¿tu ex novia? Sí claro, la lista es larguísima) y consigues lo que quieres (porque si la tetona sale con esa pinta a la calle, el ex novio -y cornudo- vas a ser tú).
Aunque pensándolo bien, no sé. Seguro que te lías y lo haces todo al revés. Mejor hazte el tonto (confía en mí, no te va a costar) y no digas ni mu.
Mejor el silencio que la verdad.
(Pero a mí ni se te ocurra contarme una milonga que te retiro la palabra y los consejos y el aprecio. Mentirle a una anciana, qué vergüenza, hijo, qué vergüenza)

5 comentarios:

Liki dijo...

Permíteme decirte que stu blog es genial. Es realmente divertido, y como Alba (la del comentario de la actualización anterior) te seguiré muy de cerca.

Érika dijo...

Qué gran mentira es la verdad... O qué gran verdad es la mentira, según como se mire :P.

Firmado: La Creyente.

Anónimo dijo...

Querida Liki,
gracias por los piropos, entre todas vais a conseguir que me sonroje. Te digo lo mismo que a tus amigas: ¡No tortures a tu abuela!

Querida Creyente,
no, hija, no. No te me pongas filosófica porque una trola es una trola se mire por donde se mire. Si lo sabré yo, que el otro día le birlé a mi hija unos eurillos del bolso para irme al bingo y le eché la culpa a mis nietas.

Megan dijo...

Muy bueno Doña Maria.
Espero que su nieto recuerde sus sabios consejos.

Doña María dijo...

Mi querida Megan,
no creo que este nieto adoptivo me haga ni caso. Los jóvenes creen que lo saben todo y que no hay nada que los viejos podamos enseñarles.
Ya te digo yo que la tetona le va a durar dos telediarios.
Luego vendrá llorando.