sábado, 22 de agosto de 2009

Nubes de azúcar

El otro día mis nietas me obligaron a ver una película horrible en la que un tipo obsesionado con la amiga de su hija adolescente era asesinado por un militar que resultaba ser mariquita.
No la entendí.
Pero había una escena en la que una chica aparecía desnuda cubierta por cientos de pétalos de rosa.
Y al verla tuve una revelación.
El cielo es una pastelería.
Y el infierno una reunión de diabéticos.

De pronto entré en éxtasis e imaginé mi cuerpo arrugado y viejo refocilándose en una montaña de dulces: tartas de manzana, tartas de arroz, tartas de queso. Milhojas, relámpagos, brazos de gitano, carolinas.
Caramelos de café con leche.
Almendras garrapiñadas.
Mazapanes, turrones, magdalenas, galletas…
Flanes de huevo.
Natillas.
Arroces con leche.
¡Oooohhhh! Se me hace la boca agua.
Sí, lo confieso. Soy una adicta al dulce.
Así que he decidido que cuando muera, quiero que esparzan mis cenizas en la pastelería de El corte inglés.
Y mientras espero seguiré intentando que mis nietas me lleven todos los domingos al buffet chino para así poder zamparme siete postres.
Creo que esta noche me saltaré la cena para ir haciendo hueco para mañana.
Cómo voy a disfrutar.

(Nota: que conste que a mí el dulce no me engorda ¿eh? Y si la ropa me está un poco ajustada es porque en verano retengo mucho líquido, pero que quede claro que yo tengo la misma talla desde hace décadas. Bueno más o menos, pero ni una palabra a las hienas de mis nietas que luego se empeñan en amargarme la vida poniéndome a dieta)

8 comentarios:

Megan dijo...

jajaja...muy buena la comparación entre el cielo y el infierno.

Un besote guapa

Javier dijo...

Me parece que es al revés, porque dicen que las chicas buenas van al cielo y las malas a todas las partes. Y, no sé... no te veo muy buena como para ir al cielo.

Un saludo

Anónimo dijo...

Oye, hijo, te aseguro que con lo que me hacen sufrir mis nietas me he ganado un sitio privilegiado en el cielo. Y si, por algún error administrativo, terminara en el infierno ¿de verdad crees que no sería capaz de hacer que Lucifer comiera de mi mano?
Vamos, que vaya donde vaya, habrá pasteles.

Alba Úriz Malón dijo...

Eres MUUUY divertida, y pese a que me muerdas con esa dentadura tal vez postiza, me atrevo a seguirte de cerca ;)

X Miranda dijo...

Holaa!! encontré tu blog por medio de la chica de arriba :) Eres una persona muy divertida, es como un pedazito de realidad visto desde otra manera. :)

Sigo pasandome por aqui ^^

Un besote!!

Ely Cervantes

Anónimo dijo...

Mis queridas niñas Alba y Ely,
no uso dentadura postiza y casi no tengo dientes, pero si preguntáis a mis nietas os dirán que mis pellizcos son peores que los mordiscos de burra.
Gracias por los cumplidos, siempre se agradece que le digan a una cosas bonitas, sobre todo cuando estás en una edad en la que bajo tu imagen, el pie de foto sería: "Vieja pelleja".
¡Cuidad mucho a vuestras abuelas!

Dinsmoor dijo...

Mi abuela se ponía granos de azúcar en la cabeza y nos daba dinero si le sacabamos la gran mayoría...jajaja. Tu estilo me recuerda a "Doña Jovita" acá, en Argentina.

Dinsmoor dijo...

Ah y ni hablar de "la vieja" interpretada por Antonio Gasalla, aunque pensandolo bien, se llevarían como perros y gatos... Un saludo abuela.